En España la tendencia islámica mayoritaria es la de los musulmanes zunitas, como en el resto del mundo, que podríamos considerar como ortodoxa, es decir, conforme a dogma y sin añadir nada extraño a lo revelado por Dios en el Corán y de lo recogido en la Zuna del nabí Mahoma (q.D.g.).

Cualquiera puede visitar la Mezquita de Madrid "Mezquita Abubéquer" también conocida como la mezquita de "Estrecho", una mezquita española para usufructo de todos los musulmanes del mundo, naturales, residentes o transeúntes.

La mayoría de los periodistas españoles hablan con corrección acerca del Islam y los musulmanes, y eso es más preciado ahora para no provocar reacciones hostiles ante creyentes inocentes; pero algunos pocos, que son la excepción, hablan y escriben dando por ciertos rumores maledicientes e injuriosos sobre una comunidad y sus instituciones en España.

El máximo organismo representativo de los musulmanes españoles es la Comisión Islámica de España con acuerdos con el Estado en nivel de igualdad con las religiones cristiana y judía. Su funcionamiento orgánico es bicéfalo dividida en la UCIDE y la FEERI de modo que no haya una estructura demasiado rígida e insalvable que pueda asfixiar opiniones legítimas al depender de una sola persona o equipo.

La gran tarea de los representantes islámicos españoles ha sido la de construir la pluralidad religiosa en España, llevando a la sociedad con sus leyes a la normalización de la vida de los musulmanes en igualdad a otros ciudadanos.

Dentro de esta labor se encuentra la construcción de mezquitas allá donde se necesitan y las infraestructuras necesarias para el culto religioso de los musulmanes en España, ya sean nacionales, extranjeros residentes o transeúntes. También es su misión facilitar el profesorado titulado y los textos para la enseñanza de la asignatura de Religión Islámica en los colegios que superan un mínimo de diez alumnos de padres que lo requieren, y asegurar así que los musulmanes aprenderán desde pequeños la verdadera palabra de Dios.

Por supuesto, es de señalar el trabajo de beneficencia a los necesitados, donde se presta un gran servicio al inmigrante con escasos o nulos recursos a su llegada y a los pobres en general.

Hemos de recordar que como institución religiosa y por tanto siendo fieles a la palabra de Dios y del nabí Mahoma (q.D.g.), un musulmán debe ser moderado puesto que el Islam es la religión del justo medio y jamás ser rigorista ni coaccionar a los demás, ni ser extremista o radical. Eso sería contrario al Corán y a la Zuna, no sería consonante con el Islam.

Por ello y puesto que no cabe coacción en religión, no se debe imponer el velo por fuerza o prohibirlo por fuerza. Quien elige llevar velo como una monja cubriéndose el cabello es libre de hacerlo, debiendo dejar claro que el embozo, es decir cubrirse la cara, no tiene base teológica alguna, siendo incluso desaconsejado por razones de honestidad y orden público. Esto debe quedar claro en orden a afirmar categóricamente la igualdad de derechos entre la mujer y el varón, y que el hombre debe dar un paso al frente a la hora de cualquier labor para equilibrar la balanza dadas las cargas que ya tiene la mujer por su fisiología, menstruo, embarazo, parto y lactancia entre otras. Si el varón no fuera un caballero musulmán no se llegaría a la equidad con solo la igualdad en derechos manteniendo la diferencia en cargas.